En este artículo hablamos sobre qué es necesario tener en cuenta a la hora de plantear la presentación de un proyecto musical y qué pasos seguir para intentar conseguir financiación.
Dar el paso de poner en marcha una iniciativa cultural es algo complicado. Primero se debe contar con la formación y conocimientos adecuados. Segundo, con los medios (económicos y humanos) para poder levantarlo.
La gestión de proyectos musicales es, quizá, la gran desconocida de entre el resto y, aunque, se siguen pasos similares dentro de la gestión cultural, vamos a explorar cuáles son sus peculiaridades y qué hay que tener en cuenta a la hora de gestionar un proyecto musical.
Qué, cómo y por qué
Antes de empezar a llamar a instituciones en busca de financiación, es necesario, lo más importante, de hecho, definir bien lo que se quiere hacer.
Respondiendo a qué, cómo y por qué se pueden aclarar ideas y dejar muy claro cuál es el objetivo y objeto del proyecto de cara a presentárselo a inversores.
El qué debe ser algo novedoso, en la medida de lo posible, o que aporte un valor añadido que no tienen otros proyectos. También es importante que sea algo a todas luces realizable, aunque sea preciso rebajar las expectativas iniciales y hacer algo más pequeño.
El cómo debe estar trazado. Se debe tener una aproximación de cómo se puede llevar a buen término la idea inicial, teniendo en cuenta los posibles impedimentos que puedan ir surgiendo a medida que se vaya desarrollando el proyecto.
El por qué quizá sea una de las preguntas más importantes a las que hay que dar respuesta. ¿Por qué quiero llevar a cabo un determinado proyecto musical? Debe ser una razón poderosa, ya que se pueden encontrar muchas dificultades y, para no rendirse o abandonar, lo mejor es escoger algo que haga que nos impliquemos realmente y que no lo dejemos tan fácilmente.
Presentación del proyecto
Una vez que lo anterior está muy bien definido, se puede pasar a la fase de presentación del proyecto. Crear un documento en el que se explique y se defina el qué, cómo y por qué, el presupuesto aproximado, además de otros detalles, datos o contingencias que se deseen incluir.
Por supuesto, el documento debe estar enfocado a captar y generar interés entre los potenciales inversores. De manera que, si se hace algo llamativo y bien hecho es probable que la idea destaque por encima de otras y se consiga la financiación.
Objetivos y metas
De nuevo, algo muy importante, y que debería incluirse en la presentación, son los objetivos y metas que tiene el proyecto a medio plazo.
Es recomendable definir unos objetivos principales que alcanzar en uno o dos años y en los que se enfocará el plan estratégico y, también, unos objetivos específicos que sirvan de apoyo y empuje para lograr el o los objetivos principales.
Dentro de esto sería bueno definir metas, acciones más concretas que van a servir de medidor y catalizador para cumplir los objetivos.
Resumen ejecutivo y cronograma de trabajo
El resumen ejecutivo es la razón que justifica, ante posibles inversores, la necesidad de dedicar tiempo a este proyecto concreto y no a otro. Hay que hacer un análisis de la competencia para saber cuáles son los puntos diferenciadores de nuestra idea y potenciarlos.
Complementar esto con un cronograma puede ayudar mucho a que los inversores se decidan. Si se presenta un cronograma detallando las fases que seguirá el proyecto y las soluciones a posibles contingencias se tendrá mucho ganado de cara a recibir financiación.
Dentro del cronograma, ya que se define por fases cómo va avanzar el desarrollo, se puede incluir al equipo de trabajo, explicando qué tareas va a realizar cada uno y resaltando por qué son ellos los elegidos y por qué sus trabajos son importantes para el proyecto musical.
Formalidad jurídica del proyecto
En cualquier proyecto cultural es muy importante seleccionar bien la forma jurídica que va a tener. Hay que sopesar los pros y contras de cada una de ellas y tener claro la responsabilidad de nuestra parte que eso va a implicar si las cosas salen mal económicamente.
En esta infografía de Paco Yánez se especifican las ventajas e inconvenientes que tienen algunas de las formas jurídicas que se pueden elegir para el proyecto musical:
Como vemos, muchos de estos puntos podrían ser aplicables a casi cualquier proyecto cultural. No obstante, en el mundo musical hay que definirlos muy bien, ya que la competencia es muy fiera y tener claro lo que se quiere conseguir, y cómo, puede suponer asegurarse la financiación. Para ello, también es imprescindible presentar un proyecto musical innovador y diferenciador con respecto a los que puedan verse en el país en el que nos encontremos.
Fuentes de interés:
Pasos que seguir para la gestión musical: https://prezi.com/rgatewvrh10c/gestion-de-proyectos-musicales/
Qué forma jurídica es la más adecuada para la gestión musical: http://www.pacoyanez.com/infografia-formalidad-juridica-de-tu-proyecto-musical-ventajas-inconvenientes/
Artículo de Silvia Panadero para el Blog del Máster en Music Management