La música es el lenguaje universal por excelencia y supone un gran activo patrimonial y cultural para cualquier país. El gran poder de la música para evocar emociones ha hecho de ella un instrumento que lleva más de un siglo utilizándose para reforzar aquello que se desea transmitir en la industria audiovisual.
Antes de que el cine fuera sonoro, ya había una interacción entre este y la música. En muchas salas había pianos o, incluso, orquestas enteras, que tocaban música en directo, acompañando la acción que transcurría en pantalla.
La primera banda sonora como tal de la que se tiene constancia data de 1908. Camille Saint-Saëns compuso una pieza para la película francesa El asesinato del Duque de Guisa (1908). En ese mismo año, el ruso Mihail Ippolitov-Ivanov componía otra melodía para el filme Stenka Razin (1908).
Las bandas sonoras son casi tan importantes hoy en día como la propia película. Según Jaime Altozano explica en uno de sus vídeos, la banda sonora debe contar la historia de la película. Cada canción tiene una motivación igual a la del personaje asociado a esa pieza o describe su personalidad, así como una situación. En una película de terror, se puede saber cuándo viene un momento de tensión simplemente prestando atención a la música y los silencios. El Padrino (1973) no sería lo mismo sin la música de Nino Rota ni Juego de Tronos (2011-2019) sin la sintonía tan característica de la cabecera de la serie.
Aunque, en la actualidad, escuchar música en el medio audiovisual está tan normalizado que la gente ni se da cuenta, no es menos cierto que ver una película o un anuncio de publicidad sin música se haría muy extraño y se notaría que falta algo.
En publicidad la música es un arma de persuasión. El hecho de que una canción despierte sentimientos en el espectador ya es más que suficiente como para que asocie una emoción, por ejemplo, positiva, al producto que se está queriendo vender y lo recuerde con más facilidad.
Pero más allá de las bandas sonoras o de los jingles publicitarios, ¿qué papel cumple la música en el medio audiovisual?
En radio, como ya se habló en un artículo de esta web, fue la base de la radiofórmula, haciendo que este medio de comunicación no se diera por perdido con la aparición de la televisión. Hoy en día los efectos sonoros y la música son fundamentales en todos los programas radiofónicos, ya que ayudan a transmitir la información o contar una historia. Por su parte, en televisión, la música es el complemento perfecto para hacer comedia o para reforzar una acción o discurso.
Debido a la influencia estadounidense, los late nights que hay en España, y algunos programas diurnos como La ruleta de la suerte, se sirven de música en directo para amenizar sus contenidos. En el ejemplo de La ruleta de la suerte, la banda sirve más para animar al público a que aplaudan y vitoreen. En los casos de late nights como Late Motiv (2016 – actualidad) y La Resistencia (2018 – actualidad), los músicos también participan de la comedia. Esto es, o bien añadiendo efectos sonoros con los instrumentos para hacer que un sketch tenga más vida o sentido, o bien interrumpiendo la acción con los instrumentos para aumentar la comicidad de la situación y, por supuesto, con canciones cuando van artistas invitados o tocando en directo las cabeceras y ráfagas de los programas.
Por supuesto, en estos espacios las bandas ayudan a enfervorecer al público de plató. No solo interpretan canciones, sino que, antes de que empiece la grabación, se suele hacer una especie de preshow en el que un cómico, ayudado por los músicos y las canciones que tocan, anima al público en su justa medida para que esté más animado y proactivo cuando comience el espectáculo real que se va a ver más tarde por la televisión.
En otros programas, como el ya extinto, y también de Movistar, Likes (2016-2017), comenzaron a colaborar con la cantante Zahara. Ella tenía una sección en la que traducía canciones con Google Translator y las cantaba en el programa a guitarra y voz. El resultado era una letra llena de errores y que acababa cayendo en lo cómico por absurdo. Zahara ha participado, así mismo, en la última temporada de Ese Programa del que Usted me Habla (2018-2019), también cancelado recientemente. Allí, la cantante se dedicaba a hacer una sección en la que tocaba versiones de canciones, a veces de los propios invitados. Esto pone de manifiesto la importancia que tiene la música, especialmente, dentro de programas a medio camino entre la cultura y el humor.
Pero, además, existe una suerte de mezcla entre bandas sonoras, marketing y medio audiovisual puro, que acaba por transformarse en sintonías que tienen mucha repercusión y que son fácilmente reconocibles y asociables con los programas a los que preceden.
En España las sintonías del show Un, Dos, Tres (1972-2004) o de la serie Verano Azul (1981-1982) marcaron a generaciones enteras y, aún hoy, son recordadas sobre todo por quienes vivieron su emisión en televisión.
Otros ejemplos de esto pueden ser el himno de la UEFA Champions League o la cabecera inicial del reality Gran Hermano (2000 – actualidad), cuya sintonía reconoce hasta aquel que reniega de este tipo de contenido audiovisual.
Sin música, efectos sonoros o cabeceras y sintonías, el medio audiovisual estaría huérfano y repleto de silencios que darían una sensación de que el tiempo pasa más lento de lo que realmente lo hace. A día de hoy no puede entenderse la radio, la televisión o el cine sin que exista música en ellos.
Links a vídeos de Jaime Altozano hablando sobre bandas sonoras:
https://www.youtube.com/watch?v=FzuVNzo3uQU
https://www.youtube.com/watch?v=2LyEpA4B9_o
Artículo de Silvia Panadero para el Blog del Máster en Music Management